viernes, 5 de junio de 2009

Cuentos de amigas





"Son pocos los que maduran: ellos, los hombres, suelen quedarse en la infancia, agarrados o no a las faldas de sus mamás, mientras que ellas, las mujeres, qué duda cabe superiores -y la sonrisa triste [de Elisa] adquiere un deje de ironía-, suelen saltar airosas a la adolescencia, y ahí se quedan, formando unos y otras un delicioso mundo plagado de niños caprichosos que compiten en sus pequeñas o grandes, casi siempre sórdidas, batallas, y de mujeres insatisfechas y frustradas, porque la vida, el amor, los hijos, no eran como les habían contado (menos las del tercer mundo, claro, que están demasiado ocupadas en el intento de que alguno de sus hijos sobreviva al hambre, las epidemias y otras calamidades para que les alcance el tiempo para sentirse frustradas, y además sí es la realidad que les ha caído en suerte muy parecida a lo que esperaban resignadas desde que adquirieron uso de razón).

Esther Tusquets, Dos viejas amigas


No hay comentarios:

Publicar un comentario