martes, 15 de diciembre de 2009

lunes, 14 de diciembre de 2009

Cenicientas



Acabo de leer el cuento "La cenicienta que no quería comer perdices". No está mal, pero no me hace demasiada gracia. Qué dogmáticos y hasta tiránicos me suenan los jipis en su idea de "cómo es una mujer guay". Por mucho que el cuento tenga una parte irónica y autocrítica (así lo quiero ver yo), mamina, qué adoctrinador: los tacones, la talla, la depilación, las terapias y la salud (¡el parto!), la dieta, los amigos... Vamos, como el Cosmo


La cenicienta que no quería comer perdices



Por cierto: los tacones dañan la espalda y los pies, mejor usarlos muy de vez en cuando, sobre todo los altos y estrechos.

Pero eso de que chafamos todos los órganos del cuerpo... reflexología podal, uau. Y el parto en casa y la madre Tierra y lo buenas que son las hierbitas de Txumari para curarlo todo (bueno... casi), especialmente en infusión o en formato homeopático.

Esa "sabiduría femenina" debe de ser prima hermana de una profunda ignorancia sobre las leyes físico-químicas que gobiernan el Universo, y, por tanto, nuestro cuerpo. Porfa... más mujeres en las facultades "de ciencias". Estudiando y enseñando. ¿No está "Hipatia" en cartelera?


domingo, 29 de noviembre de 2009

El cenicero amaga displicencia, agarradito a los besos de las colillas.
Su mujer hace tiempo que dejó de fumar.
(Inés Toledo)

sábado, 7 de noviembre de 2009

miércoles, 4 de noviembre de 2009

The Mask of Sanity


Tu máscara de cordura


Sé que eres incapaz de arrepentirte.

Aprende del cañón de mi pistola,

tantas noches
insomne
entre tus cejas.

(Inés Toledo)

miércoles, 28 de octubre de 2009

Nevera inepta

Pretendía la pureza del hielo, pero su nevera inepta no servía más que para llenarle de moho el corazón.

lunes, 13 de julio de 2009

martes, 30 de junio de 2009

Hambrientas de perfección... ¿Aún?


Cómo pasa el tiempo... Hace ya 17 años de este artículo.

Hoy se me ha venido a la cabeza, tal vez tras ver un par de vídeos, uno sobre el libro de Naomi Klein, "The shock doctrine"



Y otro sobre el documental de Michael Moore, "Sicko"



En ambos se trata el tema de cómo una oligarquía mantiene sometidos a grupos de población, de modo que resulten manejables.

Y me pregunto si lo que cuenta Rojas Marcos aún tiene vigencia.
Fuga masiva de cerebros... ¿las adolescentes de hoy siguen tan alienadas?

Publicado en el diario El País (21/01/1992)

Hambrientas de perfección

LUIS ROJAS MARCOS
Psiquiatra, dirige el Sistema Hospitalario Municipal de Salud Mental de Nueva York.

En los países de Occidente, la gran mayoría de las mujeres están hoy obsesionadas con su peso. El afán de adelgazar en busca de la figura perfecta se ha convertido en una compulsión tan fuerte como una convicción religiosa. En nuestro tiempo, la gordura femenina se considera antiestética, mientras que el triunfo de la voluntad sobre impulsos naturales como el hambre representa una virtud. Por tanto, la delgadez ofrece a las mujeres una posibilidad única para exhibir públicamente que han logrado las dos metas, tanto la belleza como el autocontrol.Nunca se ha registrado un índice tan alto de mujeres que se sienten desgraciadas a causa de su físico, y en especial de su exceso de peso, sea real o imaginarlo. Según encuestas recientes, hasta un 75% de las jóvenes norteamericanas se ha sometido a dietas para adelgazar, a pesar de que sólo el 12% tiene un peso superior a la norma médica. Para muchas de estas jóvenes, perder peso es más importante que los estudios, que los triunfos en la profesión, e incluso que los éxitos amorosos. En muchos casos, el terror a la obesidad supera al miedo a la muerte.

Frente al esfuerzo infatigable de tantas mujeres por alcanzar la perfección corporal, la silueta juvenil, delgada y erótica, que celebra y glorifica la ecología urbana a través de los medios de comunicación de masas, la trágica y desalentadora realidad es que ese mítico ideal se encuentra fuera de los límites biológicos de la mayoría. En Estados Unidos, por ejemplo, apenas un 4% de las féminas tiene la posibilidad de aproximarse al físico idealizado por la cultura de Hollywood y de la avenida de Madison. A pesar de esta realidad, millones de mujeres se sienten fracasadas y hasta culpables por no satisfacer las expectativas del mundo que les rodea, como si reconocieran implícitamente que su cuerpo no les pertenece, que forma parte del dominio de la sociedad.
En los últimos años, gracias a los movimientos feministas, la mujer ha logrado penetrar en el reino exclusivo de los negocios, de las profesiones y del poder político, controlado tradicionalmente por el hombre. Paradójicamente, a medida que la población femenina se libera y va superando los obstáculos que la cultura ha interpuesto históricamente en su camino hacia la realización, los criterios sociales de belleza y perfección externa se hacen más exigentes e inalcanzables. Al mismo tiempo, las conductas compulsivas de las féminas, orientadas a lograr estos imperativos estéticos, son consideradas cada vez más narcisistas y patológicas.

En la última década se ha observado un aumento espectacular del índice de perturbaciones psicológicas de la alimentación y, de la imagen corporal, como la anorexia y la bulimia. La prevalencia de estas dolencias alcanza ya el 20% de la. población femenina entre los 18 y 45 años de edad. El creciente interés entre los profesionales de la psiquiatría por estas anomalías típicas de nuestra época es claro en Norteamérica desde 1987, cuando la obsesión patológica con la fealdad y especialmente con la obesidad imaginaria fueron incluidas por vez primera en la clasificación oficial de enfermedades mentales.

La fobia a la gordura, o, mejor dicho, a la representación mental de la gordura, produce estados profundos de ansiedad y de depresión, aísla socialmente a la mujer, la incapacita, la hace inefectiva y la impulsa a sumergirse en conductas autodestructivas como dietas rigurosas, ejercicios exhaustivos, vómitos autoprovocados o el abuso de píldoras para adelgazar, de laxantes o de diuréticos. En su intento desesperado por dominar la naturaleza y encontrar la armonía vital, estas dolientes se vuelven esclavas del espejo y de la báscula, y clientas asiduas de especialistas de la nutrición, cirujanos plásticos o psicólogos conductistas. Estos son esfuerzos vanos, ya que la búsqueda de metas inaccesibles crea en definitiva ilusiones malignas que destruyen cualquier posibilidad de autoaceptación.

Aunque la causa exacta de estas alteraciones se desconoce, no hay duda de que la ecología urbana de hoy, competitiva y exigente, que alaba la juventud y devalúa la maternidad, configura y acentúa los ideales de perfección que nutren estos trastornos. Además, el valor de la apariencia es mayor en las metrópolis, donde la alta densidad de población facilita los encuentros múltiples, breves e impersonales, que realzan la importancia de las primeras impresiones. Los medios de comunicación, ingrediente vital de la urbe, fustigados por la poderosa industria de la belleza, ejercen una enorme influencia al definir, legitimar y propagar el modelo corporal de belleza, a la vez que perpetúan los estereotipos. Por ejemplo, cada día existe un dicotomía mayor entre la imagen que los medios de comunicación identifican como la figura femenina, representada por el prototipo idealizado de joven delgada, activa e independiente, y la figura de mujer, madura, maternal y físicamente más cercana a la norma de la población general.

El impacto de los medios sobre estos valores sociales se aprecia, por ejemplo, en Rusia, donde al lado de los recientes ideales de libertad, reforma y apertura se ha importado el modelo occidental de belleza femenina, tan opuesto a las matryoshkas -la colección de muñecas redondeadas y materna les que encajan unas dentro de otras-, paradigmáticas del ama de casa del país. Especialmente en las grandes ciudades, sólo las féminas cuyo físico se acerca al ideal occidental acceden con facilidad a los escasos trabajos lucrativos.

No son pocas las feministas que ven en todos estos montajes una conspiración por parte de la sociedad y de las instituciones masculinas. Los hombres _-argumentan-, consciente o inconscientemente, temen la capacidad y la libertad de la mujer y fomentan esta neurosis del culto al cuerpo, con el fin de erosionar el papel de las féminas en el mundo del poder. Como resultado, muchas mujeres pagan con su libertad el mito de la belleza.

En realidad, los hombres frecuentemente aceptan e incluso necesitan la imagen física ideal del sexo femenino al usarla no sólo como criterio para juzgar a las mujeres, sino incluso para realzarse ellos mismos si sus compañeras lucen las deseadas cualidades. En este sentido, la belleza femenina es corno una especie de moneda en la economía de mercado y de consumo.

Evidentemente, para muchas féminas de hoy el atractivo de estar delgada es el único mensaje claro y coherente que reciben de la sociedad y, como consecuencia, el atributo más importante a que aspiran. El enorme desgaste y desperdicio de tanto talento femenino que supone esta cruzada fútil en busca de la perfección del cuerpo es comparable a una fuga masiva de cerebros de consecuencias devastadoras para la sociedad, y en particular para tantas mujeres que luchan por su realización.

Después de todo, como se ha dicho, la dieta es el sedante sociopolítico más poderoso en la historia de la mujer.

martes, 16 de junio de 2009

Feria del Libro, Madrid.




"H: Primeros principios, Clarice. Simplicidad. Lea a Marco Aurelio. De cada cosa pregúntese qué es en sí misma, cuál es su naturaleza. ¿Qué es lo que hace el hombre al que están buscando?

C: Mata a mujeres

H: No. Eso es circunstancial ¿Qué hace primero y principalmente?, ¿Qué necesidades sirve con matar?(...)
Codicia. Esa es su naturaleza. "

Meditaciones

MARCO AURELIO



"Del mismo modo que los médicos siempre tienen a mano los instrumentos de hierro para las curas de urgencia, así también, conserva tú a punto los principios fundamentales para conocer las cosas divinas y las humanas, y así llevarlo a cabo todo, incluso lo más insignificante, recordando la trabazón íntima y mutua de unas cosas con otras."

viernes, 5 de junio de 2009

Cuentos de amigas





"Son pocos los que maduran: ellos, los hombres, suelen quedarse en la infancia, agarrados o no a las faldas de sus mamás, mientras que ellas, las mujeres, qué duda cabe superiores -y la sonrisa triste [de Elisa] adquiere un deje de ironía-, suelen saltar airosas a la adolescencia, y ahí se quedan, formando unos y otras un delicioso mundo plagado de niños caprichosos que compiten en sus pequeñas o grandes, casi siempre sórdidas, batallas, y de mujeres insatisfechas y frustradas, porque la vida, el amor, los hijos, no eran como les habían contado (menos las del tercer mundo, claro, que están demasiado ocupadas en el intento de que alguno de sus hijos sobreviva al hambre, las epidemias y otras calamidades para que les alcance el tiempo para sentirse frustradas, y además sí es la realidad que les ha caído en suerte muy parecida a lo que esperaban resignadas desde que adquirieron uso de razón).

Esther Tusquets, Dos viejas amigas


miércoles, 27 de mayo de 2009

Misantropía


Por nosotras, las AlterHadas, desde el piso de la toga:



The boy had such an ego...

Donde hay monta, hay esperanza...


"Tola" y "Furaco" vuelven al lío

Los animales consuman una nueva monta, y van siete, mientras «Paca» sigue reacia al cortejo del macho

Proaza / Santo Adriano,
V. DÍAZ PEÑAS


Los osos del cercado de los valles del Trubia siguen dando que hablar. Esta misma semana han vuelto a las andadas y «Tola» y «Furaco», los más activos del trío, han vuelto a consumar dos nuevas montas. En total son siete las cópulas que se han producido, un número que aumenta las esperanzas de la Fundación Oso de Asturias (FOA) de cara a una posible gestación. Sin embargo, todavía es pronto y se prefiere hablar con cautela, ya que «Tola» no deja de ser primeriza y mayor.


Como explicó ayer el cuidador de los osos, Roberto García, la última de las montas se produjo el pasado miércoles, sobre las once de la mañana. Después del galanteo por parte del macho y los juegos, los dos animales terminaron copulando durante 15 minutos seguidos. El pasado lunes también tuvo lugar otra monta, pero esta vez fue mucho más corta.

Y mientras «Tola» y «Furaco» siguen tan acaramelados como unos adolescentes, «Paca» se muestra reacia al macho y no le deja ni acercarse. «Él lo intenta una y otra vez, pero cuando se acerca demasiado "Paca" huye», explica García. No obstante, se espera que la hembra acabe entrando a trapo y aceptando al macho, pues todavía queda aproximadamente un mes de período de celo.


«Furaco», montando a «Tola» en el cercado de manejo osero. foto cedida por la fundación oso de asturias

reproducción de vicente díaz peñas


El elevado número de montas que se han consumado entre «Tola» y «Furaco» es un buen síntoma de cara al objetivo final del proyecto, que no es otro que conseguir descendencia para el cercado. Cuantas más montas haya, en principio, más posibilidades de que «Tola» pueda quedar preñada. Sin embargo, como se apunta desde la FOA, es necesario hablar con cautela, pues es la primera vez de la hembra. «Es importante que haya montas, eso nos da esperanzas. Pero hay que ser precavidos y no se puede garantizar nada. Contamos con el handicap de la hembra, que además de ser primeriza cuenta con una edad avanzada», advirtió Carlos Zapico, director de la Fundación.


Fuente: La Nueva España


martes, 26 de mayo de 2009

Hidrofobia


"¡Ah! Eso no lo dude usted, ese deseo puro de la niña es el que todas tenían atragantado... ¡Pero ya lo sé! No se me ocurre pensar que todas las mujeres quieran ser prostitutas. ¡Qué disparate!... Ahora, eso sí, todas, todas sin excepción, quieren ser bonitas y estar solas, puestas en un sitio donde se las vea bien y donde pase todo el mundo a mirarlas. Claro que para atreverse a desearlo hay que tener ocho años. Luego ya, con todo lo que se sabe, entra el miedo, pero el deseo sigue y se convierte en rabia. Todas la miraban como perros rabiosos. Por supuesto, también la miraban con asco, pero como le digo, porque se lo han enseñado; lo del asco es como una segunda parte. Las mujeres, ante una poule de ésas, siempre sienten que están haciendo algo sagrado y les entra una especie de terror y de locura porque se sienten excluidas de ese misterio. ¿Ve usted? Por eso le dije, como perros rabiosos, porque su rabia es, como la hidrofobia, el horror de una cosa que es necesaria a la vida."

ROSA CHACEL
Vi lapidar a una mujer

lunes, 25 de mayo de 2009


Creo que todos los que hemos visto "Lucía y el sexo" nos hemos fijado en esta escena. No es que sea una gran película, la encuentro más bien soporífera. Pero esta escena, tan irónica, tan simple, tan de coña y tan en serio...

Cuando nos sobrevienen dudas de cómo acercarnos a alguien, de cómo mostrarle nuestro interés, de cómo no salir escaldados... creo que todos quisiéramos que esto fuera posible:


miércoles, 22 de abril de 2009

Carta



My darling. I'm waiting for you. How long is the day in the dark? Or a week? The fire is gone, and I'm horribly cold. I really should drag myself outside but then there'd be the sun. I'm afraid I waste the light on the paintings, not writing these words. We die. We die rich with lovers and tribes, tastes we have swallowed, bodies we've entered and swum up like rivers. Fears we've hidden in - like this wretched cave. I want all this marked on my body. Where the real countries are. Not boundaries drawn on mapswith the names of powerful men. I know you'll come carry me out to the Palace of Winds. That's what I've wanted: to walk in such a place with you. With friends, on an earth without maps. The lamp has gone out and I'm writing in the darkness.


(Katharine Clifton)


martes, 14 de abril de 2009

domingo, 5 de abril de 2009

COSMOGONÍAS


Antes de que llegaran los helenos, los habitantes de Grecia, que se llamaban pelasgos(pelasgo suena a insulto de abuelo) creían que el mundo fue creado por una diosa bailarina, Eurínome. Eurínome abrazó al viento Bóreas, que la andaba rondando, y lo moldeó hasta formar con él una serpiente: Ofión.

Ofión y Eurínome se quisieron mucho. Eurínome puso un huevo y Ofión se encargó de cuidarlo. Así empezó esta historia que ahora tú fotografías...

Yo a veces me asomo a la ventana que da al norte, pero soy una simple mortal. Debe de ser por eso que, en vez de crear mundos, me dan catarros.

viernes, 3 de abril de 2009

Rendición



Ayer me dijo “date la vuelta”, y no me extrañó, pues es lo habitual. Lo habitual en él, sin apenas tocarme, sin principios, en la mitad de nada, es su modo y manera. Alguna vez que empieza a quedar lejos me resistí a su monoteísmo con la ingenuidad del salvaje. Ahora esa cama sabe de mi rendición paulatina. Mi mejilla en las sábanas. De este modo me muevo, me muevo deprisa, muy deprisa, para sentirle dentro, porque sé que le gusta, y yo... yo no diré que es desagradable.

Y no intento cambiar apenas nada, le miro de reojo y me muevo. Ya está. Quizá él sugiera que me suba encima o me siente de espaldas. No suele funcionar y además me es bastante indiferente. Se queda quieto y sé que ha terminado. A veces cede el paso cuando llega el final, me deja intervenir: aquí o allí. Las cartas que me da sirven únicamente para indicar el sitio. Eso está casi bien, cuando siento su semen buscar algún cauce en la zona del cuerpo que yo elijo. Otras veces me alegro de que no quiera salir, y aprecio su pequeño descanso detenido en mi interior. Depende del día, en cualquier caso.

Creo que ya he dicho que no acostumbra a tocarme. Bueno, sí, allí donde él desea, en su pequeña obsesión, la que acabo por valorar como elemento preparatorio absoluto. Reitera su exclusiva importancia, asumo que el resto de mi cuerpo debe encenderse con ese solo interruptor.

Lo peor de ayer (“así nos relajamos”) fue que no me besó más que al final, y porque yo lo pedí, separando mi rostro de la almohada. Ni siquiera sé si fue de mucha utilidad.

Hace años que no hago el amor.


domingo, 29 de marzo de 2009


Hoy me cuesta bastante escribir


Ambas de: Alberto Montt


La espalda, el lugar donde las broncas y las llantinas se anudan, la sangre desplazada origina ese dolor que me abraza por la cadera, y la voz ronquísima y una pizca de fiebre...


Raro fin de semana. Urgencias, una mujer iba a dar a luz.

Así que alguien es mamá.

Me cuesta escribir. El trabajo, el quirófano, el dolor. El dolor lo cambia todo. El teléfono despierta un latido anómalo y me tiembla el párpado del ojo izquierdo. Es la otra persona que me llama. El corazón siente puntitos de luz como los que aparecen ante los ojos irritados, colirio, décimas y mi cuerpo curvándose en cualquier silla. Qué malas de sentar son las preguntas.

No paran quietas.

Amor, miedo y cinismo febril sin respaldo. Pásame el agua, un vasito de cristal, siento carbón en las cuerdas vocales. El bebé estará dormitando y mis nanas se caen, sangran, tengo voz de mujer enferma y casi tiro el vaso.

Hay algo en mi cabeza que no se sostiene. Tal vez soy un tentetieso. No sé si me estoy dejando llevar por alguna corriente marina, si el pelo me crece demasiado, si me siento como se sienten las algas, las medusas, si simplemente experimento el cansancio de los peces.

No sé si dormitar.

Floto.

Y mañana lunes apareceré en la playa, tendré que levantarme y recorrer ciento tres puestos de helados, preguntar a los turistas, recoger veinte toallas... Dios, cuánto trabajo.

Huelo a medicinas. Floto. No sé si dormitar.

Al menos, hoy he lavado casi todos los platos.

viernes, 20 de marzo de 2009

Cuadernos de la guerra


Llegué a creer que era una cuestión de prejuicios.


No siempre. En un principio achaqué a la mala calidad de los textos el que me aburriera tantísimo leer sobre sexo, leer sobre drogas, leer sobre cuestiones escatológicas, abiertamente morbosas o de obvia brutalidad... creí que había textos cuyos autores sí sabían hablar de esas cuestiones, que podían conmoverme mediante las raras y valiosas palabras que tratan con acierto ese difícil (así se me antojaba) material.


Pero no lograba encontrar a quien me conmoviera hablando con rudeza de lo pornográfico, o de toxicidades marginales, mezcla de drogas, miseria malhablada y nihilismo soez, barato, pueril en lo asqueroso. Ni los colocones beats, ni Céline y sus infectos urinarios, ni Henri Miller y sus putas sifilíticas, ni Bukowsky y sus mantras de coños y agujeros del culo, nada.


Entonces llegué a creer que era una cuestión de prejuicios.


Un día dije: “Pero, ¿a quién le importa cómo mea fulanito, a quién le impresiona o le conmueve cómo jode tal o cual personaje, tanto detalle narrado con lenguaje de adolescente salido y romo? ¿No es toda esta murga algo caduco, ajado, falto ya de cualquier utilidad, sentido y pertinencia... no es algo, pues, mortalmente aburrido?” Y alguien me contestó: “Eso que dices puede aplicarse a cualquier tema sobre el que se escriba”.


Entonces llegué a creer que era una cuestión de prejuicios.


Y llegó ese libro de Marguerite.



Durante tres páginas, Duras describe a un hombre recién llegado de un campo de concentración (“treinta y ocho kilos repartidos en un metro setenta y siete”) Y nos habla del horror de su mierda. Mierda que salía de un cuerpo llegado del infierno nutricio. Del infierno. “Lo sentaban en un bacín en cuyos bordes habían colocado un cojincito para que no se hiriera”. Tres páginas que dejan herido el cuerpo, páginas con palabras de una explicitud que no alcanzo a comunicarte, que ni siquiera me atrevo a sacar de contexto. Porque alteraría todo su poder de conmoción.


Entonces supe que no era una cuestión de prejuicios. Que tres páginas hablando de la mierda me habían dejado temblorosa, emocionada hasta mis atónitos huesos. Me desperté en un nuevo lugar desde el que avisté de un modo diferente el acto que tal vez más ocultamos, en la vida real, a los sentidos de nuestros congéneres.


Termina Duras:


“Quizá fuera el bazo lo que le salía del cuerpo, o el corazón. Pues, en fin, ¿qué era aquello? Quienes pongan mala cara en el momento mismo en que leen esto, a quienes les revuelva el estómago, yo me cago en ellos, les deseo que se encuentren en su camino, un día, un hombre cuyo cuerpo se vacíe así por el ano, y deseo que este hombre sea el que consideran más bello, más amado y más deseable. Su amante. Les deseo un infortunio como ése”.


Entonces supe que hace tiempo tuve razón. Es una cuestión de calidad. Pero no se puede pedir el baile de Duras a tanto mono que pierde el culo por dar saltos.



martes, 17 de marzo de 2009

Inciclopedia



Pequeño descubrimiento




En el polo, las guerras no son muy agitadas, por eso...



¡El pingüino emperador impone su ley!


jueves, 12 de marzo de 2009

mariscadillas...


"Fue un tipo valeroso, que se atrevió a ver si lo que tenía dentro la centolla era comestible. Y lo era."

"Hay una mitología del percebe cuya faceta más sorprendente es inglesa: los ingleses creían, Shakespeare incluido, que de su uña nacía un ganso, el barnacle, cuya carne tenía ciertas virtudes, especialmente en el terreno de lo erótico."

ÁLVARO CUNQUEIRO
Fábulas y leyendas de la mar

martes, 10 de marzo de 2009

Tras el 8 de Marzo


MARIE GOUZE


La Nueva España, 9 de Marzo del 2009

La acusación particular, basándose en la declaración del testigo que alertó desde su móvil a la Policía Local, sostiene que el acusado, J. C. G. F., que se encontraba en el mismo banco que la víctima, la sujetaba para que no se cayese hacia los lados debido a la intoxicación etílica.

«Lo que más le llamó la atención al testigo es que el acusado estaba tocando y manoseando (a la adolescente) por todos los lados», refleja la acusación particular; y que, posteriormente, el procesado, al ver que lo miraba más gente, cogió a la menor en brazos y la llevó a un banco alejado. Una vez allí, cuando llegaron los agentes de la Policía, el acusado continuó con su actitud de tocamientos.

«La menor tenía la falda levantada y las medias y la ropa interior por los tobillos», sostiene la acusación. Y añade que la menor tenía su cabeza apoyada sobre el hombro del acusado al encontrarse en estado de inconsciencia.

Ya en el centro hospitalario y a la pregunta formulada por la Policía sobre lo que estaba haciendo en el parque el acusado contestó:

«Lo que haría cualquier tío»

según la acusación particular.

MENTIRA


Artículos de la Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana

I

La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales sólo pueden estar fundadas en la utilidad común.

II

El objetivo de toda asociación política es la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles de la Mujer y del Hombre; estos derechos son la libertad, la propiedad, la seguridad y, sobre todo, la resistencia a la opresión.

Marie Gouze, conocida como
OLYMPE DE GOUGES



Los del Diseño Inteligente son como Telecinco. El tiempo que eres capaz de llegar a perder con ellos a veces no compensa un par de risotadas de cuando en cuando. PZ Myers





domingo, 8 de marzo de 2009

Me llamo Máximo Décimo Meridio, Comandante de los ejércitos del norte, General de las legiones Félix, leal servidor del verdadero Emperador Marco Aurelio, padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada, y alcanzaré mi venganza en esta vida o la otra.




Al subir la escaleruca a una moza
me encontré, me encontré, me encontré. (bis)

¿Amante o amada?

"El amado podrá ser un traidor, un imbécil o un degenerado; y el amante ve sus defectos como todo el mundo, pero su amor no se altera lo más mínimo por eso. La persona más mediocre puede ser objeto de un amor arrebatado, extravagante y bello como los lirios venenosos de las ciénagas. Un hombre bueno puede despertar una pasión violenta y baja, y en algún corazón puede nacer un cariño tierno y sencillo hacia un loco furioso. Es sólo el amante quien determina la valía y la cualidad de todo amor.

Por esta razón, la mayoría preferimos amar a ser amados. Casi todas las personas quieren ser amantes. Y la verdad es que, en el fondo, el convertirse en amados resulta algo intolerable para muchos. El amado teme y odia al amante, y con razón, pues el amante está siempre queriendo desnudar a su amado, aunque esta experiencia no le cause más que dolor."




La balada del café triste
Carson McCullers

domingo, 1 de marzo de 2009